martes, 29 de noviembre de 2011

Quito se convierte en "Jardín de Quindes"


La cada vez más asfáltica ciudad de Quito guarda entre sus rincones aún verdes cientos de colibríes que con su pequeño tamaño y pico largo han inspirado a músicos, poetas y ahora también a un grupo de pintores que decora 65 esculturas del ave para convertir a la capital de Ecuador en un "Jardín de Quindes".

En la falda del volcán Pichincha, pintores consagrados y colectivos de artistas emergentes decoran las esculturas de 1,7 metros, que nacieron de una maqueta del artista ecuatoriano Nixon Córdova.

Córdova combinó elementos de diferentes colibríes, en especial el zamarrito pechinegro, ave emblemática de Quito, hasta llegar a "la suma de todos los quindes", como se llama en Ecuador al pájaro, por la palabra quichua "quindi".

La escultura está sobre una base de 1,10 metros que representa la flor de la chuquiragua, una planta medicinal andina que recibe la visita de los colibríes.

Las obras serán exhibidas desde el 30 de noviembre en un bulevar de Quito y luego cada una se posará en el parque principal de cada parroquia, por lo que la mayoría de los pintores usa acrílicos resistentes a la lluvia, el sol y el granizo.

El frío de las laderas del Pichincha desaparece casi como por encanto en un gran salón del teleférico, donde acompañados de música clásica y el coro natural del monte, los artistas pintan las aves de alas extendidas, cabeza erguida y alargado pico.

Cuna de aves
Ecuador "es el cuarto país en el mundo en cuanto a número de especies, pero si hacemos relación al tamaño de su territorio es quizás el primero en el mundo en cuando a concentración de especies de aves", dijo a Efe el ornitólogo y coordinador del evento, Juan Manuel Carrión.

Según él, hay 130 especies de colibríes en Ecuador, cerca de la mitad de ellas en Quito, que cuenta con regiones subtropicales altas y también páramo de más de 4.000 metros de altura.

Carrión se lamentó de que varias de esas especies estén en peligro de extinción debido a la acelera destrucción del hábitat y la polución, por lo que ve en la exposición "Jardín de Quindes" un llamado de atención para la conservación.

Es algo que se refleja en el colibrí del artista Edwin Valle, quien en la base de su escultura pinta polluelos en blanco y negro, pues "es incierto su crecimiento" porque "estamos en este problema de la tala indiscriminada del bosque, los incendios".

Valle aplica la técnica del puntillismo y a base de poner puntos de colores puros en vez de pinceladas recrea un colibrí con colores tan naturales que una mariposa de verdad pareció apropiarse de él al revolotear a su alrededor y posarse en él.

Carrión vio en ello una señal de que "la gente va a volver un poco más la mirada hacia las cosas trascendentes de la vida como el respeto a la naturaleza", dijo al comentar la hermosa rareza de la casi transparente mariposa.

"Los quindes son una imagen del sentimiento y la poesía, son vibrantes", dijo Carrión cerca de su propia escultura, que pinta con esmero, mientras recuerda la poesía "Tierra de pájaros" del poeta ecuatoriano Jorge Carrera Andrade.

"Es América entera inmensurable pajarera. En el amanecer sonoro cada árbol es un coro. Hay tantas alas en vuelo que alzan América al cielo", recitó Carrión, al apuntar que el colibrí de las esculturas en actitud de vuelo "invita a volar, a vivir la vida con intensidad".

De colores tornasolados, los quindes tiene una aerodinámica especial y la articulación de sus alas les permite una agilidad extrema, como detenerse en vuelo y volar hacia atrás.

Aletean unas sesenta veces por segundo, una actividad para la que requieren el alimento altamente energético que les provee el néctar de las flores, por lo que han desarrollado picos con forma y tamaño en relación a las flores de las que se alimentan.

El más pequeño de los colibríes puede medir cinco centímetros y pesar entre 10 y 12 gramos, y el más grande 23 centímetros y entre 15 y 18 gramos. En tan reducido tamaño son gigantes en la cadena de la vida por su función de polinizadores.

0 comentarios:

Publicar un comentario