jueves, 17 de noviembre de 2011

Curioso estudio demuestra que el semen es un potente antidepresivo

Las bondades del semen son cada vez más numerosas. Recientemente comprobaron  que el fluído del amor también posee cualidades que ayudan con la depresión.

Un estudio fue realizado por la Universidad Estatal de Nueva York, en Estados Unidos y concluyó que el líquido es una especie de droga psicoactiva que produce dependencia, e influye en el ánimo y habilidades cognitivas. O sea, mejor que cualquier Prozac.

Como objeto de estudio se tomó a 293 mujeres  quienes debían responder un cuestionario sobre su comportamiento sexual y un test llamado Beck Depression Inventory, que revela síntomas depresivos.
Los resultaron arrojaron que las mujeres que tenían más contacto con el semen, presentaban menos síntomas depresivos. En tanto, las mujeres que tenían menos contacto físico con el esperma masculino, poseían mayores indices de depresión.
El estudio se sujeta al contacto intimo con el semen y no a las relaciones sexuales, que también liberan Endorfina. Vale decir, todas las féminas de la muestra tuvieron similar actividad sexual, solo que algunas utilizaron condón y otras no.
Aunque el estudio no busca antipublicitar el uso del preseravativo, si concluyó que incluso mujeres con semen en su cuerpo, pensaban menos en suicidio que las lesbianas, o quienes paraticaban el coitus interruptus, o las chicas usuarias del condón.
Sólo el 4.5% de mujeres que pensaban en el suicidio,o pertenecía al grupo de las mujeres que nunca usaban condón en la relación sexual. Mientras el 28.9% pertenecía al grupo que los usan ocasionalmente y el 13.2% pertenecía al grupo que siempre los usaban.
Aunque, más allá de las encuestas, no existen datos químicos reveladores para vender el semen en botellitas como un antidepresivo en farmacias. Lo bueno, es que si se puede disfrutar de esta droga natural en casa.

Cabe señalar que la peculiar idea de realizar este estudio, nació del estadounidense Gordon Gallup, quien tenía dudas sobre las diferencias entre las mujeres lesbianas y las heterosexuales.  Este cuestionamiento se le generó tras notar que en las lesbianas sexualmente activas no se producía el “efecto McClintok”, en el cual se sincronizan los ciclos menstruales de las mujeres que comparten un espacio determinado. Esto llevó a los investigadores a cuestionarse y a preguntarse: ¿Qué es lo que ocurre en las mujeres heterosexuales que promueve la sincronía menstrual, o qué es lo que ocurre en las lesbianas que impide la sincronía menstrual?
De las preguntas iniciales sobre la menstruación se llegó a glorificar las propiedades del fluído masculino.  Se nota que en Universidad Estatal de Nueva York, no escatiman en recursos.
Hay que recalcar que hay miles de formas de evitar la depresión. Usted no se arriesgue, así que lleve o exija SIEMPRE  su condón, se evitará más enfermedades de las que cree.



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