La famosa marca conocida por los champúes que prometen terminar con las lágrimas, incluye en su fabricación dos sustancias cancerígenas: el dioxano y otra conocida como cuaternio-15, según un informe de los laboratorios de Analytical Sciences.
“Campaign for Safe Cosmetics”, una organización sin fines de lucro, con sede en Estados Unidos, que promovió la identificación de estos componentes y da la lucha desde 2009 por la eliminación de estos químicos peligrosos, no ha tenido mucho éxito.
La ONG se ha reunido en tres ocasiones con los representantes de Johnson & Johnson, pero no ha obtenido un compromiso efectivo, mientras que la compañía, mediante un comunicado afirmó que se encuentran reformulando sus productos para reducir la cantidad de dioxano hasta niveles por debajo de lo detectable.
El dioxano, se considera como posible cancerígeno y es un subproducto resultante del proceso que hace de los químicos sustancias más solubles y más suaves para la piel.
Pero Johnson & Johnson, no se refirió a el cuaternio-15, un químico preservativo que mata las bacterias al liberar formaldehido, sustancia ampliamente usada como desinfectante y que en junio pasado el Programa Nacional de Toxicología del gobierno estadounidense declaró “cancerígeno humano conocido”, asociado a cánceres de nariz, pulmones y sangre.
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