Un ejemplar de la solemne e imponente ave presente en el escudo nacional de Chile, fue liberado tras cinco meses de rehabilitación, al ser encontrado en mayo pasado, herido junto a otro de su especie, por trabajadores de Endesa, en la localidad de Armerillo, sector cordillerano de la región del Maule.
Según la información entregada por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), los ejemplares fueron encontrados en la misma zona y se presume que fueron heridos por cables de baja tensión ubicados en un predio de pastoreo. Se piensa que las aves bajaron en busca de alimento ante existencia de un vacuno muerto, quedando atrapadas al momento de emprender el vuelo.
Eric Paredes, director regional del SEG, quien estuvo presente durante la liberación del ave, señaló que “este ejemplar es el segundo en ser liberado; el primero de ellos, se hizo en mayo pasado en la zona de la laguna La Invernada ya que no presentaba mayor daño físico; y en este caso, donde su rehabilitación estaba un poco más complicada, como Servicio decidimos asegurar su plena recuperación”.
Por las condiciones que encontrada, el ave fue trasladada al Centro de Rehabilitación Casa Noé, en Linares, donde recibió los cuidados necesarios para su recuperación. Estos días fue liberada en el sector de cuesta Los Cóndores, junto a la ruta Internacional Paso Pehuenche, zona que se caracteriza por presentar una fisionomía rocosa, cursos de agua y alimentación en base a carroña, lo que le permitirá al ejemplar asegurar su alimentación y desarrollar sus hábitos reproductivos.
Casi todas las aves rapaces de Chile están protegidas por la Ley Nº 4.601 de 1929 sobre caza y su reglamento el Decreto Nº 5 de 1998 de Agricultura, salvo el traro (Caracara plancus); que se puede cazar en Aysén y Magallanes (con los permisos correspondientes) entre 1 de abril y el 31 de agosto con un máximo de cinco ejemplares por cazador y excursión.
Aunque Chile posee leyes claras sobre protección de aves, aún existen algunas “costumbres” de mantener animales silvestres en cautiverio. De hecho célebre resulta, y de mucho cuidado además, hablar de la tenencia de “Halcones” para la diversión, como si fueran animales domésticos.
Lo vemos también en el Parque Zoológico Metropolitano de Chile, en donde en una jaula viven unas cuantas docenas de aves rapaces, dando una imagen verdaderamente desoladora y deprimente.
La liberación de esta ave silvestre combate ciertas prácticas cuestionables del ser humano que intentan imponen una supremacía sin fundamentos, ya que tanto el hombre como los animales nacen libres y como tal, debe permanecer en un estado en armonía entorno a la naturaleza.
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