Investigadores en Alaska intentan dilucidar si las focas locales se enferman producto de la radiación filtrada al mar desde la central nuclear de Fukushima.
Decenas de estos animales han varado en la costa ártica de Alaska desde julio, sufriendo o muriendo producto de una misteriosa enfermedad, que se ha caracterizado por sangramiento de las aletas traseras, irritación alrededor de la nariz y ojos y perdida de piel. En un comienzo los biologos pensaron que se trataba de un virus, pero hasta el momento han sido incapaces de identificar alguno, por lo que decidieron realizar pruebas para averiguar si se trata de radiación.
“Recientemente recibimos muestras de tejido de animales enfermos, capturados cerca de la isla Saint Lawrence, con una orden para examinar el material en búsqueda de radioactividad”, señaló John Kelley, profesor emérito en el Institute of Marine Science en la Universidad de Alaska Fairbanks.
“Existe preocupación por parte de algunos miembros de las comunidades locales de que esto pueda estar relacionado con el reactor nuclear dañado en Fukushima”, agregó, señalando que los resultados de los análisis no estarían listos hasta ”varias semanas más”.
Pruebas realizadas al agua no han mostrado evidencias de niveles de radiación elevados en el Pacífico, lo que tiene aun más intrigados a los científicos del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y delServicio de Pesca y Vida Salvaje, quienes llevan semanas buscando una respuesta para lo que sucede con las focas.
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