lunes, 5 de marzo de 2012

TRANSITO AMAGUAÑA

Nació en Cayambe en 1911.
Ella nació en los tiempos en que los huasipungueros recibían como paga un quintal de papas al año y eran considerados poco menos que animales. Asistió a la escuela lo suficiente para leer y escribir. Trabajó sus primeros años como doméstica, cargando leña y llevando almuerzos a los mayordomos de la hacienda. A los quince fue madre y asistía sin permiso de su esposo a las reuniones de la organización comunal creada por el Partido Socialista.
En 1931 participó en el primer levantamiento indígena acaecido en la hacienda Pisambillo. Se pedía aumento de salario, jornada laboral de ocho horas y seis días de trabajo, supresión de los diezmos y devolución de los huasipungos destruidos por los dueños de la hacienda. Eran tiempos muy difíciles, los dirigentes tuvieron que realizar más de veinticinco viajes a pie hacia Quito. Eran largas jornadas que se iniciaban a las cuatro de la mañana y terminaban dos días después. En Quito las reuniones eran interminables. La Casa del Obrero fue el punto histórico de encuentro de los campesinos que llegaban de varios lugares del país. También hubo persecuciones y fue tomada presa. Por las haciendas fue llevada y encerrada en el Panóptico.
El resto de la década de los años treinta los gastó en otras luchas. "Es que son los ricos los que atacan la ley, los ricos atacan a los indios" solía decir con amargura y tristeza años después. En los cuarenta, convertida en una de las más conocidas dirigentes campesinas del país, creó con Luisa Gómez de la Torre Paz y con Dolores Cacuango, las primeras escuelas indígenas bilingues. En l946 el presidente Velasco Ibarra reconoció a la Federación Ecuatoriana de Indígenas FEI como organismo legal. En 1962 viajó a Cuba y a la Unión Soviética representando a los indígenas del Ecuador. La dictadura de la Junta Militar de Gobierno la persiguió a su regreso y permaneció encarcelada por más de cinco meses bajo la acusación de haber introducido un cargamento de armas de el país. Eran los tiempos en que el gobierno de los Estados Unidos y las cúpulas militares de Latinoamérica veían enemigos por doquier, sobre todo entre los dirigentes obreros, estudiantiles y campesinos.
A fines de 1963 se encargó de los trámites legales de la parcelación de las diez haciendas ubicadas al nororiente de Cayambe. Se formaron varias Cooperativas pero Tránsito no se puso en ninguna. De allí en adelante ayudó con la Reforma Agraria en el resto del país y su figura fue ampliamente conocida, no solo por su dirigencia pasada sino también por sus trabajos en pro de una Patria para todos los ecuatorianos, sin distingos de clases, razas o religión. Desde entonces su labor fue callada pero efectiva y su nombre figuró en toda acción campesina, pero no cambió su modo de vida y siguió siendo la misma mujer pobre y solitaria de siempre, encerrada en su acostumbrado silencio nativo.
Vivía en un cuartito construido por la Municipalidad en la ladera nororiental del Cayambe - pleno páramo - a casi tres mil metros de altura, mostrando su cuerpo diminuto y el rostro quemado por el sol. Aún tenía fuerzas para sembrar ciertos granos que cosechaba para el sustento y cortaba la hierba conque alimentaba a sus cuycitos.


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