La seguridad alimentaria es el tema escogido por la Organización de Naciones Unidas como el emblema del Día del Agua 2012. Esta consiste en asegurarle a cada habitante del mundo que sus necesidades de alimentación estarán cubiertas. Lamentablemente esta tarea se hace titánica cuando hacemos conciencia de que mil millones de personas en el mundo ya viven en condiciones de hambre crónica.
Los recursos hídricos sufren presiones, por la alta demanda, sobretodo de la industria, que aún no consigue tener planes serios de mitigación a los impactos a las napas subterráneas, cuencas de río, para sus faenas extractivas, las que además, contaminan lo poco que va quedando.
Y aunque como siempre, nuestras medidas solo contribuyan una gotita, no podemos quedarnos de brazos cruzados por lo tanto desde nuestro rol de consumidores conscientes podemos hacer algo.
Afrontar el crecimiento de la población y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos exige una serie de medidas a las que todos podemos contribuir con lo siguiente:
- Consumir productos que hagan un uso menos intensivo de agua;
- Reducir el escandaloso desperdicio de alimentos; nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente;
- Producir más alimentos, de mejor calidad, con menos agua;
- Llevar una alimentación saludable.
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