Una grave crisis de agua potable se está viviendo en Jamam, unidad paramilitar al sur de Sudán, a este lugar llegan día a día miles de refugiados de sudaneses. Y actualmente hay 37.000 personas asiladas que ya no tienen el agua necesaria para sobrevivir.
Los pozos no alcanzan a abastecer a la gran cantidad de refugiados y la situación se vuelve cada vez peor, pues cada día llegan más personas y hay menos agua. Es por esto, que es urgente trasladar la unidad de protección o dividir los grupos en distintos sectores para racionar bien los recursos. Si esto no se hace las lluvias anunciadas para esta semana podrían agravar aun más la situación, destruyendo las precarias casuchas de los asilados e incrementando enfermedades como la pulmonía, la malaria y el cólera.
El jefe de operaciones de la organización internacional de lucha contra la hambruna (Oxfam) en Jamam, Pauline Ballaman, señaló que: “Estamos agotando el tiempo y las opciones en medio de una crisis humanitaria tremenda. Hemos perforado para conseguir agua y llevado a cabo un estudio geológico, pero no hay suficiente agua subterránea disponible para sostener al creciente número de personas que la necesitan. Las mujeres tienen que hacer cola durante horas bajo el sol ardiente para recoger sólo una fracción del agua que necesitan, y la situación es cada vez más desesperada a medida que pasan los días. La única solución es que la gente se traslade urgentemente”.
Desde la Oxfam proponen crear una nueva ubicación, con fuentes de agua permanentes para al menos para 23 mil personas, de este modo mejoraría un poco la calidad de vida en Jamam. Aunque mucho más ideal sería un cese al fuego para que las familias puedan volver a sus hogares sin temor.
Son más de 100 mil personas las que han tenido que huir de Sudán por los sangrientos combates del Nilo Azul y por el conflicto de Kordofán del Sur.
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