“Quien controle el agua, tiene el poder”, dice la activista Maude Barlow. Y es que el agua, recurso natural indispensable para la vida, es ahora una mercancía, el “oro azul” de empresarios y gobiernos quienes se reparten, en todo el mundo, su control y su venta. En este documental se muestran las diferentes caras del muy nuevo negocio del agua: desde la privatización del servicio, antes en manos del Estado, el entubamiento de ríos para el abasto de las grandes industrias, lo que implica el desabasto de agua para los pueblos, la contaminación de los ríos, la destrucción ambiental, enfermedades y muerte, hasta la industria millonaria del “agua embotellada”.
La historia se repite en la India, África, E.U., Bolivia, China. Porque la historia de la privatización del agua, que hasta hace pocos años era un bien común, es también la historia de la depredación capitalista que busca convertir todo en mercancía, sacar ganancia de todo. Así, Flow da testimonio de la barbarie y de sus responsables: la clase política de todos los países, los organismos internacionales como el Banco Mundial, las grandes corporaciones que controlan la mayor parte de esta industria, y la complicidad de empresarios que son funcionarios, gobernantes que luego son miembros de las juntas de accionistas de las corporaciones en cuestión… En fin, una mirada al sistema capitalista en su conjunto.
Sin embargo, mientras la geografía del Poder reparte destrucción sin distinción de fronteras nacionales, abajo se organiza la defensa del agua en miles de formas y colores, al margen de partidos políticos y gobiernos. Por amor al agua es también lugar de encuentro de las luchas y resistencias locales que se multiplican en el mundo desde donde se imaginan e inventan soluciones a los problemas que ha generado la sed capitalista de ganancias, el robo del agua, la sangre de la tierra, como dicen los zapatistas. Con esta proyección iniciamos un ciclo en el que reflexionaremos acerca de la forma que tiene el capitalismo, que avanza sobre la destrucción del medio ambiente, y, en contra parte, de la organización que se construye cotidianamente, desde abajo, frente a la guerra del neoliberalismo contra la humanidad entera.
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