“Los dispositivos electrónicos no están diseñados para durar”, se lamenta un joven desarrollador que nos sólo se queja, sino que ha pasado a la acción para remediarlo. Lo ha hecho de un modo increíble, poniendo en jaque a la industria de telefonía y de la electrónica en general con un innovador concepto de teléfono móvil que reduce tremendamente el problemón de los desechos electrónicos.
Se llama Phoneblok y es un teléfono inteligente no tanto por sus avanzadas prestaciones. Si algo lo convierte en un smartphone de primera línea es que sea totalmente actualizable y reparable gracias a un hardware en forma de bloques colocado en la parte trasera del dispositivo formando un puzzle perfecto.
Es decir, los bloques se conectan a una placa base mientas la parte frontal ofrece el aspecto de un teléfono móvil corriente y moliente, con una pantalla desde la que acceder a las típicas funciones de un teléfono de última generación, con su cámara, conexión Wifi, Bluetooth, tarjeta de memoria, conexión 3G o micrófono.
Bloques para renovar
Todas ellas, además, tienen sus respectivos bloques para así poder reemplazarse por otros nuevos sin necesidad de sustituir el teléfono entero cuando alguna de ellas falla. De este modo, el teléfono es completamente personalizable para adaptarse a los gustos y necesidades de cada usuario.
El diseño es poco ergonómico, para qué engañarnos, pero la idea es revolucionaria o, mejor dicho, lo es su aplicación práctica. No sólo por lo que puede dar de sí en el campo de los teléfonos móviles, sino en cualquier electrodoméstico y maquinarias en general. Sin embargo, no olvidemos que la obsolescencia es lo que hace ganar ingentes cantidades de dinero a la industria, por lo que mucho me temo que vencer este obstáculo será lo más complicado de superar, cuando no imposible.
VIA: ECOLOGÍAVERDE
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