domingo, 11 de noviembre de 2012

Aprende cómo tu cuerpo empieza a sanar desde que desechas tu último cigarrillo

La gente que consume tabaco lo hace porque les produce cierta sensación de placer, quizás les relaje un poco, o quizás no precisan de alguna razón específica para fumar. Inmersos en su hábito tóxico olvidan parcial o totalmente lo que dejan de disfrutar al mantener su vicio. Por ejemplo, cuando se deja de fumar los sentidos recuperan su vitalidad, se disfruta más de la comida y los olores se perciben con mayor intensidad.
Los fumadores son quienes mejor conocen las consecuencias que sufren por consumir tabaco, es por esto que aquí presentamos minuto-a-minuto los beneficios que trae para el organismo el dejar de fumar definitivamente:
20 minutos
Después del último cigarrillo se normaliza la presión arterial y el ritmo cardíaco.
8 horas
Se reducen a la mitad los niveles de nicotina y de monóxido de carbono en la sangre, además el oxígeno en la sangre aumenta y se aproxima a su nivel normal.
24 horas
El monóxido de carbono queda eliminado del organismo, los pulmones empiezan a remover mucosidad y disminuye la probabilidad de tener un ataque cardíaco.
48 horas
Se regeneran las terminaciones nerviosas del gusto y del olfato y se recupera la capacidad de oler y saborear!
72 horas
Se respira con mayor facilidad y aumenta la capacidad pulmonar.
15 días
Mejora la circulación sanguínea y empieza a desaparecer la dependencia física a la nicotina. Los pulmones mejoran su funcionamiento hasta en un 30%.
De 1-2 meses
La presión arterial recupera sus valores normales, mejora el flujo de la sangre a las manos y pies. Se puede incrementar la actividad física.
De 3-6 meses
Aumenta la capacidad de resistencia a las infecciones. Los pulmones se tornan más sanos, el individuo es menos propenso a enfermar de gripe. Se consolida la conducta no fumadora.
De 6 a 9 meses
La falta de aire y tos disminuyen, se disminuye el riesgo de infecciones respiratorias.

Veámoslo de este modo, bajo condiciones normales, el organismo humano está diseñado para funcionar perfectamente sin el uso de sustancias ajenas más que las necesarias para vivir; oxígeno, agua, alimento, etc. La nicotina no forma parte de estas sustancias y su dependencia no es más que un reflejo de la indiferencia a no saber lo bien que se siente tener un organismo sano y plenamente funcional.
La mayoría de las recaídas ocurren dentro de los primeros tres meses, muchas veces porque la desintoxicación es incómoda, pero hay que recordar siempre que los innumerables beneficios de dejar el tabaco valdrán la pena. Quién se propone dejar de fumar lo logra y disfruta cada minuto de su éxito.
VIA: VEOVERDE.COM


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