En muchas partes del mundo, la inadecuada disposición de los residuos y desechos sólidos encabeza la lista de problemas ambientales. Para esto, se han propuesto y ejecutado diversos planes y programas, que abarcan localidades, regiones o un país entero; esto indica que no se trata de un tema desasistido, y que –por el contrario- hay personas preocupadas, y ocupadas, en lo que respecta al problema de la basura.
No obstante -en varios casos- se mantiene un panorama de crisis y se evidencia un descontrol en el manejo de esta situación. Además, la basura está siempre relacionada con problemas de salud, y es esto lo que finalmente se manifiesta de manera más firme, exigiendo solución.
En este sentido, varias son las iniciativas que podemos encontrar en América Latina, cuyo objetivo es reducir el impacto ambiental que genera la disposición inadecuada de los residuos sólidos. Así, me permito citar sólo unos pocos ejemplos que ilustran este panorama:
Programa Basura Cero en Bogotá – Colombia, con el objetivo de minimizar el impacto de los escombros y los residuos sólidos, generados por la ciudad sobre el ambiente y la salud de los ciudadanos. Sus acciones están dirigidas a: el estímulo a la producción de bienes de consumo reutilizables o biodegradables, la construcción de cultura de separación de residuos en la fuente, la recolección separada, los procesos industriales de reciclaje y el aprovechamiento final y minimización de la disposición en rellenos sanitarios.
Programa de Segregación en la fuente “Basura que no es basura” en Miraflores – Perú, el cual persigue mejorar la calidad de vida de la comunidad en base al fomento de una cultura de compromiso ambiental, mediante una correcta disposición de residuos sólidos para reducir su impacto y promover su reciclaje. Se estructura en la generación de residuos sólidos, segregación en origen, recolección y transporte, segregación de los productos recolectados, empaquetado y comercialización, y reaprovechamiento.
Plan Maestro de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos en Cuenca Matanza Riachuelo – Argentina, consiste en adoptar las medidas necesarias para la implementación de acciones concretas desde la generación hasta la disposición final, con preponderancia del reciclado y valorización, a través de nuevas tecnologías de tratamiento, de manera de tener el control de la totalidad de los residuos generados. Esta propuesta se fundamenta en la minimización y recuperación de residuos sólidos; la participación de la comunidad propiciando la educación; la inclusión de los recuperadores informales de residuos; la dotación de infraestructura para una gestión ambiental adecuada; la optimización de logística de recolección, transporte y transferencia; la aplicación de nuevas tecnologías; entre otros.
Plan Basura Cero en Miranda – Venezuela, se dirige a estimular y promover la reducción de la generación de residuos sólidos como vía alternativa al modelo de gestión de residuos actual, centrado únicamente en el área operativa de la recolección. Los elementos con los que cuenta son el educativo –programa educativo de separación en origen de residuos sólidos-, el institucional –separación en origen de residuos sólidos en la gobernación-, el empresarial –implementación de las ISO 14000 en los diversos tipos de organización- y el productivo –formación de microempresas ambientales regionales.
Es notoria la inclinación de estas estrategias hacia el proceso del reciclaje de materiales, lo cual es un aspecto importante en la solución del problema de la basura, ya que muchos residuos que pueden recuperarse -a través de un proceso industrial que los convierte, nuevamente, en materia prima para generar un nuevo producto- no llegan a la basura y, por ende, reduce la cantidad de desechos acumulados.
Además de estas estrategias, muy bien planificadas, que abarcan distintos aspectos en la fase de ejecución, considero fundamental que siempre (antes, durante y después) esté presente la educación ambiental como un eje transversal en los procesos formativos de los ciudadanos y en la puesta en práctica de cualquier programa dirigido a solventar problemas ambientales, en este caso, el de la basura.
Así, es posible incluir otros pasos previos –o paralelos- al reciclaje como lo son la reducción del consumo de materiales, lo cual implica un cambio de hábitos, y la reutilización de los residuos que ya han sido usados una vez, para aprovecharlos de otra manera.
Estos tres eslabones del Principio de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar) implican la disminución de un gran porcentaje de la basura que termina finalmente en vertederos o rellenos sanitarios, al mismo tiempo que minimiza considerablemente la contaminación de suelos y aguas producida por la degradación de los materiales en dichos espacios, durante un largo período de tiempo.
Entonces, ¿El problema de la basura tiene solución? Definitivamente, sí. Lo importante es estar conscientes de que esa solución está en manos de todos y no solo en la de las instituciones gubernamentales. Por supuesto, es importante que participen conjuntamente todos los actores de la sociedad: gobierno, comunidad, academia, ONG y empresas privadas; con igual cuota de responsabilidad y trabajo.
Finalmente, allí entonces es donde está la solución, estudiada y descrita por muchos desde hace bastante tiempo, sólo necesitamos ponerla en marcha desde lo individual hasta lo colectivo.